Más de alguien alguna vez se preguntó por el lugar de la academia chilena en lo que respecta a la investigación sobre cultura del vino nacional. Los proyectos de investigación de los que yo tuve conocimiento, desde el área de las humanidades (como por ejemplo, el de Magda Sepúlveda en la PUC o de Sonia Montecinos en la UCH), las más de las veces se vertían en revistas indexadas de literatura que acababan siendo leídas por "pocos" o "nadies", o cedían a la tentación de dejar el vino en segundo plano para dedicarse a las "identidades" de relacionadas con lo local, la etnia o el género. Los textos e investigaciones más valiosos sobre cultura del vino han provenido y/o se han difundido, en mucho mayor medida, por cronistas gastronómicos y de vinos y también gracias a la tarea informal de twiteros y bloggeros, que hasta cierto punto han reemplazado la tarea de la academia. Bueno, al respecto hay una noticia que considero interesante: la aparición de RIVAR. RIVAR es la sigla de Revista Iberoamericana de Viticultura, Agroindustria y Ruralidad,
la nueva publicación electrónica editada por el Instituto de Estudios Avanzados
de la USACH y, en particular, por el equipo del proyecto Fondecyt dirigido por el prof. Pablo Lacoste (que, dicho sea de paso, estudia las denominaciones de origen en Chile de 1870 a 1950, particularmente en vino y pisco). La revista pretende constituirse como
plataforma que recoja los trabajos y proyectos de investigación sobre el vino y
la viticultura (entre otros) desde el campo de las humanidades y las ciencias
sociales. Me alegra introducirla porque, hasta donde sé, es la primera en su
tipo en Chile, y va a permitir que se canalicen las distintas investigaciones
en cultura del vino y áreas afines, que antes estaban desperdigadas en otras
publicaciones que no tenían ni difusión ni impacto.
Como el prof. Lacoste, la revista es ambiciosa
y, pese a que comienza con una plataforma simple, pretende llegar a
constituirse como una publicación de relevancia en Latinoamérica (indexada lo
antes posible, por cierto). Espero que así sea, y que la academia chilena se
constituya ("se sume") cada vez más como un actor importante en lo que refiere a nuestro
vino. Y que la crítica de vino provenga de lugares cada vez más diversos.
Eso. Y aquí va el link para que puedan echarle
una mirada a lo primero—y, por qué no, empezar a mandar sus trabajos: http://revistarivar.wordpress.com/.
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