A Paloma, Carolina y
Perico
Hay libros que quedan tan
grabados en la piel que uno se muere de ganas de escribir sobre ellos, aunque no tenga absolutamente nada interesante que decir. El hecho es simple: la vida
de la gente es peor antes de haberse encontrado con esos libros, por lo que uno
tiene la dogmática y heroica tarea de mejorar la pobre existencia de los demás diciendo
algo que pueda obligar su lectura. La vida de uno se convierte, en esos momentos
patéticos y encendidos, en un hilarante plan de dominación mundial, en el que
uno está dispuesto a lanzarle el mamotreto por la cabeza a cualquier despistado que
se cruce por su camino, aduciendo razones veladas, arteras y manipuladoras pero sin duda llenas de un venerable atruísmo.
Uno de los textos que cumplió y
cumple tales características no es propiamente un libro, sino un cuento, que
fue culpable de que, hace su buena cantidad de años ya, decidiera que una manera
indispensable de conocer Buenos Aires fuera yéndome de bares a tomar ginebras. “¿Ginebras?”
me preguntó un taxista cuando recién íbamos llegando del aeropuerto, “Pero si
eso no es para chicas como ustedes, es más para hombres”. El cuento, le conté al taxista, es de Mempo
Giardinelli y se llama “La necesidad de ver el mar”, y es una historia entrañable,
se trata de dos compañeros de la pega que, un día, al quedar desocupados y sin
ganas de volver a su casa, se acompañan a tomarse unas ginebritas por las
callecitas porteñas. Decía “ginebritas” en plural porque tras el calor de los
primeros cortos y las primeras historias, los colegas (que ya no eran colegas
solamente sino que un poquito amigos, o filósofos o hermanos) se
deciden a irse de bar en bar invitándose mutuamente ginebras de la más distinta
calaña y conversando sobre la vida y el pasado, mientras les entran cada vez
más las ganas de ver el mar, perdido en el fondo del vaso. Yo y la Caro y la
Paloma no éramos propiamente colegas, es más, éramos amigas, pero todavía no
nos contábamos una historia de amor al terminar un viaje, ninguna se había
casado una ni menos tres veces, ni tampoco habíamos hecho muchas de las cosas ridículas
que hemos hecho hasta ahora (aunque todavía no hemos hecho casi ninguna, porque hasta
el día de hoy somos particularmente correctas). Una de las cosas increíbles de
este cuento, seguía contándoles—no sé si a ellas o al taxista o después a
Perico—es cómo plasma ahí lo venerable y lo querible de la forma de hablar de
algunos borrachos, mezclando sin problema el registro entusiasmado y atarantado
de Osiris y Carlitos, cada vez más entonados, con algunas frases para el bronce
como “las costumbres deben ser pocas pero arraigadas”, o esta otra tan cierta, “el
silencio es una bella forma del amor”.
Osiris y Carlitos son filósofos y
son hermanos, y hay otros salús que hermanan a las personas para siempre,
aunque sigan la vida, o incluso aunque no se vuelvan a ver. “Hoy vas a entrar
en mi pasado” sonaba en vivo el tango Los mareados mientras sosteníamos el vaso
de ginebra que llegamos a tomarnos al Boliche de Roberto, y creo que queda por ahí
alguna foto que no quiero, para nada, rescatar, de las tres con Perico, el
mítico a cargo de la barra. Nos faltó sólo ir al mar, nos faltó decirnos frases
más armaditas y verdaderas, pero al menos, entre nosotras, el plan de dominación
mundial había sido exitoso, había hecho que el cuentito ese se volviera
inolvidable, otra pieza irrenunciable de lo leído y de lo vivido.
* Para ir al cuento y ser parte del plan, haga click aquí.
Fotografía tomada por Carolina Pérez.
Me sumo a plan y espero que no hallan ido caminando hasta Constitución de noche, me encantan estas historias de borrachines encarnizados.
ResponderBorrarPerdón por la intromisión pero de aquí se lee mejor para los que tenemos presbicia ;)
http://www.pagina12.com.ar/diario/verano12/subnotas/23-66428-2014-01-12.html
Salud!!!
Hey, buena Ariel, muchas gracias por el link!
BorrarJaviera, acabo de descubrir tu blog. Te sugiero escuchar a este periodista porteño leyendo "La necesidad de ver el Mar"de Mempo. Creo que te va gustar mucho.
ResponderBorrarhttps://radiocut.fm/audiocut/reynaldo-leyendo-a-mempo-giardinelli/#f=search&l=result
Saludos,
Pili - Bs As
Muchas gracias! Lo escucharé.
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